CURIOSIDAD
Uno de los hechos más antiguos que recuerdo de mi infancia (acaso no me acuerdo y me lo contaron) es que lloré un día entero porque quería desmontar el gramófono mecánico, última modernidad de aquel entonces, que habían regalado a mi madre
Finalmente lo obtuve y armado de un destornillador lo desarmé concienzudamente pieza por pieza. ¡ Yo tenía dos años y medio!
Cómo lo pude hacer es algo que me parece misterioso hoy día.
Creo que ese tocadiscos me convirtió en filósofo. Me he pasado el resto de mi vida desmontando artefactos ideológicos y mentiras sociales igualmente divertido. Desde luego, odiado por muchos.
Como aquel costoso tocadiscos de 1930 que ahora ni siquiera sería una baratija., nuestro querido mundo actual nos ofrece una serie de ideologías en lo socio-cultural, económico, religioso, ético…. de cuya futilidad nadie quiere estar consciente porque teme que se le derrumbe el “castillo de naipes” y quedar en una desnudez espiritual más oprobiosa que la física que tanto teme.
Probablemente la curiosidad de un grupo de hominidos, hace aproximadamente unos siete millones de años, es lo que probablemente nos convirtió en los seres humanos que nos gloriamos ser, pues para mirar más lejos nos levantamos en nuestras patitas traseras y nos preguntamos que había más allá del horizonte.
Por todo ello siento un escalofrío cuando observo que nuestro pulido mundo de artefactos sellados no despiertan curiosidad alguna en la mayota de mis coetaneos que los usan como si fueran objetos mágicos.
¿No será que inconscientemente queramos retroceder al cómodo mundo en que caminábamos sobre nuestras cuatro patitas hace varios millones de años?
Uno de los hechos más antiguos que recuerdo de mi infancia (acaso no me acuerdo y me lo contaron) es que lloré un día entero porque quería desmontar el gramófono mecánico, última modernidad de aquel entonces, que habían regalado a mi madre
Finalmente lo obtuve y armado de un destornillador lo desarmé concienzudamente pieza por pieza. ¡ Yo tenía dos años y medio!
Cómo lo pude hacer es algo que me parece misterioso hoy día.
Creo que ese tocadiscos me convirtió en filósofo. Me he pasado el resto de mi vida desmontando artefactos ideológicos y mentiras sociales igualmente divertido. Desde luego, odiado por muchos.
Como aquel costoso tocadiscos de 1930 que ahora ni siquiera sería una baratija., nuestro querido mundo actual nos ofrece una serie de ideologías en lo socio-cultural, económico, religioso, ético…. de cuya futilidad nadie quiere estar consciente porque teme que se le derrumbe el “castillo de naipes” y quedar en una desnudez espiritual más oprobiosa que la física que tanto teme.
Probablemente la curiosidad de un grupo de hominidos, hace aproximadamente unos siete millones de años, es lo que probablemente nos convirtió en los seres humanos que nos gloriamos ser, pues para mirar más lejos nos levantamos en nuestras patitas traseras y nos preguntamos que había más allá del horizonte.
Por todo ello siento un escalofrío cuando observo que nuestro pulido mundo de artefactos sellados no despiertan curiosidad alguna en la mayota de mis coetaneos que los usan como si fueran objetos mágicos.
¿No será que inconscientemente queramos retroceder al cómodo mundo en que caminábamos sobre nuestras cuatro patitas hace varios millones de años?
<< Home