Friday, August 31, 2012

drogacion I


DROGACIÓN I


DROGACIÓN I


Dogración. Con esta palabra debo estar creando un neologismo.
Me parece necesario usarlo.
La palabra droga viene del  árabe hispánico “hatrukar” y significa  CHARALATANERIA (¿).

Durante muchos años me he preguntado en que se fundaría la inclinación del ser humano a drogarse, porque es evidente que esta tendencia es multifacética  y universal, más allá de las formas modernas de  drogación química.

Evidentemente que todo  aquel que se droga lo hace para “huir de una realidad” que no acepta. En este aspecto no soy original en mi reflexión.

Ante todo aclaro que no hablo de la “realidad” metafísica tan discutida en el presente como algo inalcanzable.
Me refiero a la “realidad” sicológica, tal como cada uno cree percibirla.
Las drogas la hacen desparecer  durante un espacio de tiempo  que puede ser largo o corto, pero que siempre es efímero.

En el caso de las drogas químicas:
¿Me duele algo? Un analgésico.
 ¿Estoy deprimido? Un antidepresivo. Marihuana. Cocaína…
Este es un análisis aceptado generalmente.

Pensando un poco más profundo me pregunto:
¿En qué punto del desarrollo antropológico el ser humano descubre la drogación?
 ¿En qué momento el ser humano se hace  dependiente y por tanto drogadicto?

Pienso que pudo ser cuando el ser humano  descubre el OCIO. Cuando  se empieza a liberar momentos que no dedica a la búsqueda de llenar sus necesidades, ni a descansar de esa  actividad. Aunque creo que solamente es en parte y que este no esta no es la causa fundamental.

Me atrevo a pensar que  estamos   estructurados para  funcionar  bajo la necesidad de  una cierta drogación.
Las secreciones hormonales que nuestras actividades desencadenan son una prueba.
 Lo mismo la secreción de endorfinas en nuestro cerebro.
Hasta el día de hoy la droga más común es el sexo.
Placer, desde luego, pero  también anestesia en el coito.
La caza, la guerra, ahora los deportes, especialmente los de alto riesgo, desencadenan  complejos fenómenos hormonales, que  van mucho más allá de la simple producción de adrenalina.

Pero también existe todo tipo de  drogación no física que las formas culturales se encargan de  difundir y desarrollar y a las que podemos denominar “drogas emocionales”. Por ejemplo esas que comenzaron con ritos y se consagraría históricamente como religiosas.
 La consecución de poder, riquezas… Son infinitas.

Todas ellas en menor o mayor grado hacen olvidar la REALIDAD.

Entonces ¿por qué nos asombramos del paso  dado tardíamente y que en nuestra época pensamos que ha llegado a su máxima expresión bajo el consumo de las drogas químicas?
Nuestra cultura nos condiciona para

NEGAR CONTINUAMENTE  LA REALIDADNATURAL.

Según la mentalidad  actual mientras  más apartados estamos de ella

SOMOS MÁS HUMANOS.

No solamente nuestra realidad  natural, sino también despreciamos la cultural lanzados en una carrera del

CONSUMO Y DESPILFARRO.

El Vacío que sentimos, real o imaginario, lo tenemos que llenar indefectiblemente con

DROGAS  PERMITIDAS O PROHIBIDAS.