prejuicios

 

 

 

Yo pienso que….

Yo juzgo que...

Este es mi pensamiento sobre…

Estos son los valores eternos que defiendo…

 

Aserciones, todas, solemnes  hechas por gentes  convencidas de la propiedad de su manera de pensar y creer.

Equivocación trágica, ya que todos, quien más o quien menos, somos marionetas  manejadas por nuestros antepasados.

Quizá nuestros antepasados fueron manejados igualmente por los suyos en incontables generaciones.

Precisamente se debe  a esta falta de un pensamiento  propio consecuencia de  nuestro AQUÍ AHORA  y no de las nebulosas opiniones de nuestros antepasados referidas a su propio espacio y tiempo,  nuestra propia sociedad se desarrolle lenta e inorgánicamente.

 

Vivimos en el siglo XXI, pero gran parte  de lo que llamamos juicios de valor, vienen de una remota antigüedad. No porque sean ciertos y eternos, como postulan sus defensores, sino porque su inmovilidad no permite visiones nuevas del mundo partiendo de lo que AHORA VIVIMOS Y SOMOS.

 

Nos hacen seguir viviendo en la dicotomía  creada por ellos de BUENO-MALO en todas sus modalidades hipócritas, porque generalmente se resumen en la

VENTAJA---DESVENTAJA

Que obtenían con ellas los Grupos de Poder del pasado que las crearon en el pasado.

Hipocresía porque  continuamente se disfrazan de Justo-Injusto, Decente- Indecente….

 

Estamos dominados en toda nuestra vida por los Grandes o Pequeños MUERTOS.

 Basta con examinar nuestros Códigos religiosos, morales, civiles, militares en que,  mezclados con ciertas ideas modernas, aparecen  concepciones que sin mucha exageración podríamos denominar ANTIDILUVIANAS .Solamente aplicables a los grupos más débiles de nuestra propia sociedad.

 

Nuestras sociedades que pomposamente llamamos  Contemporáneas son semejantes a Programas hechos hace milenios.

Cosa tan ridícula  e inútil como si en nuestros computadores utilizásemos Programas  de hace ¡veinte años!

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