lumpen, los condenados de la tierra
LOS CONDENADOS DE LA TIERRA
LUMPEN
Probablemente
existen multitud de estudios sobre la sicología del CRIMINAL.
No sé si mi
reflexión sobre ello será original. Sustituiré la palabra criminal por la de
ASOCIAL en su sentido restringido.
Observando
tanto el proceder de los grandes mafiosos protagonizados en la actualidad
especialmente por los Narcos o grandes jefes de ese tipo de crimen y
comparándolo con los de los pequeños
delincuentes, tanto en edad como en importancia es fácil observar
rasgos comunes entre ellos.
Uno
determinante, no importando la edad del victimario o su poder personal y social
ES:
LA FALTA DE PIEDAD QUE SIENTEN
RESPECTO A SUS VÍCTIMAS.
Puede
tratarse de un simple “carterista, un
“asaltante” violento o un poderoso “narco” que no muestran piedad alguna aun
por los seres tradicionalmente más débiles
si se convierten en el objetivo que les proporcione lo que ellos desean.
Más aun no solamente muestran desprecio absoluto, sino que esas personas cuando
imploran misericordia, si lo hacen, son objetos de burla e incluso acicate para
la crueldad del agresor.
Lo
anterior se describe muy frecuentemente
en la descripción de las víctimas de la manera
brutal en que son tratadas o el escarnio que han sufrido cuando estaban
bajo el poder de sus victimarios.
Ese
comportamiento común en los Asociales hace pensar que ellos en un rasgo común a
sicópatas y autistas, tienen una hipertrofia tal de su YO que todo que
“sienten” se opone al mismo debe ser aniquilado. Su emocionalidad se
dirige “a-sí-mismo” únicamente. Este
tipo de actuación se considera vulgarmente de alguien que actúa “sin
escrúpulos” lo que suele ser absolutamente cierto. Los escrúpulos o aquellas
formas de actuar como positivas introyectadas
a través de la sociedad en que vive son borradas completamente en sus actuaciones delictivas.
Se pueden conservar como “formas” sin
contenido en su actuar convencional.
Las
razones de esa hipertrofia del Yo tienen sin duda, causas muy precisas
provenientes de su mismo entorno social
que les introyecta desde muy pequeños a
través de la familia, sus relaciones sociales el barrio y luego la comparación
entre su poder adqusitivo yél de las clases adineradas. Todo ello reforzado
ocasionalmente por el proceder de padres y ppariente si pertenece a una familia
delincuencial.
Todo lo
que rodea a un lumpen le conduce a repetir el mismo esquema de su estrato
social y a la vez le condiciona emocionalmente para concebir a aquellos que no
pertenecen a su estrato como enemigos indignos de piedad alguna.
Las
condiciones socio culturales modernas con el culto fetichista a la propiedad
privada y la elevación del “consumo” a bien supremo de las personas han
agudizado el proceso de creación de lumpen que es un subproducto de la pobreza
desestructurada.
En el
siglo pasado aun quedaban restos ideológicos de la Edad Media en que de alguna manera el artesano podía subsistir
con su trabajo porque se mantenía dentro
de los límites tradicionales de su pobreza sin aspirar al consumo de la
burguesía y menos aun de los estratos
económicos poderosos.
Ahora en
cambio con el acelerado ascenso social, sobre todo en los países del Tercer
Mundo, el consumo desmedido como única fuente de felicidad, la escasez de
trabajos bien remunerados de artesanos y
obreros, sobre todo EL FACIL COMERCIO DE BIENES PROHIBIDOS tales como droga,
armas prostitución, juegos de azar y otras actividades ilícitas muchas de ellas
complemento de las actividades de la gran burguesía el estrato de los
desheredados llenos de rencor y violencia crece en forma paralelamente
desmesurada.
HOY SON ELLOS LOS
“CONDENADOS DE LATIERRA”
Azotes de la sociedad
GENERADOS POR LA PROPIA INJUSTICIA Y DECADENCIA DE ESTA MISMA SOCIEDAD.
<< Home