Sunday, June 23, 2013

homosexualidad

HOMOSEXUALIDAD

Indudablemente se ha escrito mucho sobre  la homosexualidad y poco,  desde el aspecto síquico, puedo  añadir. De todas maneras esa no es mi especialidad. Solamente deseo hacer una reflexión desde el punto de vista  filosófico y antropológico a la manera socrática  analizando  los mitos que rodean este tema  como todos los que en la actualidad se clasifican como “valóricos”. Además existen muchas confusiones partiendo de la misma denominación
 “homosexualidad” y homosexual.

Generalmente se cree que esa denominación “homosexualidad” proviene del latín Homo= hombre.  Eso abría sucedido, si no se  tratase de una denominación moderna creada por  un estudioso que lo derivó del griego y no del latín.

Homoios=semejante, igual.

Por tano no es como la mayoría cree que la palabra significa “sexualidad  entre hombres”, sino “sexualidad entre iguales”. Lo anterior, técnicamente es muy claro, pero muy confuso para la mayoría de la gente.

Ya, partiendo de ese mal entendido, se considera que la pareja entre iguales se une  solo y únicamente con propósitos sexuales. En consecuencia habría que afirmar que las parejas heterosexuales se unen exclusiva y primariamente  por móviles sexuales, siendo así que  previamente suele existir  una atracción emocional y que la sexualidad suele ser el resultado y coronación de esa atracción emocional que denominamos corrientemente amor.

En nuestra cultura existe  la el prejuicio de que todos los homosexuales  son pervertidos y que tratan de pervertir  a los demás arrastrándoles a su sistema de vida.
LO  QUE ES ABASOLUTAMENTE FALSO.
Ciertamente entre los homosexuales existen sicópatas igual que sucede  entre los heterosexuales.
Actualmente con la mayor libertad y auge de la información  sabemos  con frecuencia por los Media que las perversiones sexuales   están muy extendidas  entre los  heterosexuales  e incluso entre aquellos que  hacen del  su celibato su sistema de vida haciendo voto solemne y público de su condición. En ningún caso estos últimos son todos perversos ni tratan de pervertir con quienes suelen tener más contacto, digamos adolescentes y niños.

Se dice que la homosexualidad es una elección. Cabe preguntarse si esa elección es posterior a una atracción de orden emocional previa. Posiblemente se trate de un impulso primario de muy diversa composición para cada individuo, pero procedente de un esquema previo.
Puede tratarse de información genética, del misterioso campo hormonal, de experiencias infantiles… Posiblemente no sea el impulso inicial como se cree, sobre todo en adolescentes, el sexual, sino una ternura previa, un deseo de protección o, al contrario, un deseo de dominio…
La elección será posterior al movimiento emocional.

Es bastante repetitiva la afirmación de las personas homosexuales cuando expresan que “ellas” “no eligieron ser así”. En este caso presentan su condición como algo de alguna manera predestinado. Esto se suele interpretar como una disculpa casi culposa, y, sin embargo revela sicológicamente la complejidad de su motivación y la falta de investigaciones  profundas sobreel tema.

La convivencia de personas del mismo sexo se estima que es de 10% en todas las sociedades desde la antigüedad, ya sea esta relación  en forma tolerada o prohibida. Igualmente se afirma, que es transversal en todos los estratos sociales, solamente que, debido a la mayor o menor tolerancia, esas relaciones se reconocen  con mayor facilidad o se tratan de ignorar.

 Debido a  su carácter de minoría frente al resto de la sociedad  y ala repugnancia que esta siente frente a las probables relaciones sexuales no convencional casi toda las religiones rechazan  la homosexualidad  dándola un carácter de antinatural y prohibida.

El cristianismo, fundándose en  el judaísmo que prescribía la ejecución  de los homosexuales
los persiguió ferozmente en su etapa adquisicional condenándoles  a penas crueles e infamantes. Influyó definitivamente a través del tiempo para que, al menos  las leyes civiles, incluyesen su persecución y castigo.

La homosexualidad  implica, en consecuencia de lo anterior, un aspecto general  que abarca la intervención del Estado y sus Leyes en la vida privada de los ciudadanos en aquello que implica su libertad  personal cuando ella no daña  la libertada ajena. Esto porque se parte que entre los homosexuales existe  una perversión que tratan de inculcar en aquellos con quinees tiene relación confundiéndolos y asimilándolos a los sicóticos.

Las Legislaciones universales,  por influencia directa de las CLASES CLERICALES, han introducido leyes coercitivas de las minorías que manifiestan diversidad de costumbres o hábitos de vida,  interviniendo arbitrariamente en su libertad individual  con pretextos  tan arbitrarios como  los del “mal  ejemplo “aplicado a cosas tales como la eutanasia,  el consumo de determinadas drogas,  el vestido el nudismo  en público…. y otras acciones que no dañan en absoluto a otras personas  y que son exclusivamente de la responsabilidad individual.
Esta intervención de los Estados en la vida  individual de las personas con la evolución cultural actual y la defensa de los Derechos Humanos, son consideradas arbitrarias e injustas y deberán ser eliminadas  de las legislaciones actuales.

Algo semejante sucede respecto con el mal llamado “matrimonio civil” entre personas de un mismo sexo.
El matrimonio civil es solamente el reconocimiento legal a la cohabitación de dos personas  con los derechos y obligaciones que dimanan de este contrato de cohabitación.
El Estado no tiene jurisdicción para CASAR A NADIE si se entiende por ello las relaciones sexuales de pareja con fines de procreación o solamente de relación íntima.

Según Santo Tomás de Aquino ni siquiera el sacerdote ni la Iglesia tienen ese poder que
 Solamente pueden  determinar los contrayentes.
Iglesia y su representante, el Sacerdote
Son únicamente
TESTIGOS.
Matrimonio Civil y Eclesiástico no implican, sino un proceso de “legalización”, “reconocimiento social de un acto humano realizado entre dos personas
El hecho que ese acto humano de relación sexual o matrimonio se deba realizar entre dos personas de diferente género cuando tiene el objetivo de procrear es evidente.
En cambio la unión de dos personas del mismo sexo que decidan cohabitar legalmente y bendecidas por su religión es igualmente legítimo,  pero no se le puede llamar matrimonio porque no está dirigidito a la procreación ni tampoco a relaciones sexuales directas sino simplemente a cohabitación..

De lo anterior  dimana el hecho de las relaciones sexuales  son  legítimas entre dos personas del mismo género como expresión corporal  del amor   o manifestaciones de un  goce sexual  decidido mutuo y libre acuerdo.

De nuevo nos encontramos con la influencia de los Clérigos que dictaminaron en diversas religiones con frecuencia que todo goce sexual NO ORDENADO a la procreación es  PERVERSO.

La antigua  práctica secreta y universal de dichas “perversiones”, las formas culturales modernas las han sacado de su hipócrita secretismo. La práctica no ha variado, sino que es más pública.

Queda otra observación respecto a cómo se  ha opinado que todas estas condenas y VALORACIONES  ÉTICO-LEGISLATIVAS han sido promovidas principalmente por las Religiones a través de la Clerecía.
En la Iglesia Católica esta influencia  es más clara, porque parte de los antiguos Monjes y su voto de castidad.
 Estos monjes vez de escoger el celibato como un acto de libertad, con el tiempo empezaron a valorarlo como algo Bueno  frente a algo Malo. Esta evolución se va creando para mantener fieles a los monjes respecto a una práctica tan humanamente anormal como es el celibato. Anormal, dejémoslo en claro, no implica perversa. En este respecto se trata de una opción libre y respetable,  si es verdadera.
En otras Religiones la evolución  histórica es menos clara. Probablemente se deba al afán del Clero por mostrarse Superior frente a las minorías laicas. La Plebe religiosa