mito Paraiso
EL MITO DEL PARAISO
Se trata de uno de los mitos más tenaces y
extendidos de la humanidad. Desde luego con infinitas variantes. En
Occidente la narración más común es la
bíblica.
Se trata de un mito tan potente que más allá de su conocimiento influye
fuertemente en el proceder de los grupos humanos, a pesar de que teóricamente lo desconozcan.
El mito contiene una información primaria sobre
nuestros orígenes antropológicos que no
tienen nada que ver con las interpretaciones
dadas por los clérigos de las
diferentes creencias.
EL MITO DEL PARAISO ES UN ARQUETIPO ANTROPOLÓGICO
INTROYECTADO POR LA INFORMACION GENÉTICA
HUMANA.
Mi opinión es que los mitos
suelen encerrar arquetipos. El
problema es que esos arquetipos que describen poéticamente están “coloreados”
por el mismo mito. Es decir lo presentan en forma utópica despojándolos de su realidad primaria. La
información que comunican se presenta
como buena o mala sin término medio.
El mito del paraíso describe
un momento, una época milenaria del
desarrollo humano. El narrador del mito lo ve desde lejos y le da
las connotaciones emocionales que le han
llevado a describir ese “momento” del
que él mismo no formó parte.
En el caso del Mito del
Paraíso se describe con añoranza el arquetipo dela Unión del ser humano formando parte del mundo que le rodeaba íntimamente. Como esa descripción no calza con la realidad del
narrador y sus oyentes se la despojan de su Realidad y se la hace beatífica.
Eso le obliga a justificar su pérdida mediante un “deus ex machina” es decir la
intervención de Yawe frente a una
desobediencia.
En ese relato ya aparece la
dicotomía entre el ciudadano con sus costumbres y modo de vida diferentes del
campesino. La nostalgia subliminal del ciudadano por la vida
campesina. Su conciencia de un ser primigenio que gozaba de una libertad muy lejana a la
abyecta sumisión del ciudadano de cualquier estrato a las Normas
Culturales de su sociedad.
Se trata de un mito no solo
universal que se da en todas las
personas y todas las épocas. Sin duda que cada cual lo interpreta a su manera.
Unos como un anhelo real, otros como
algo espiritual. Todos desean un espacio
de beatitud y armonía en que de alguna manera se goce y desaparezcan las contradicciones de la
propia vida, aunque solamente sea por unos momentos más o menos prolongados.
En nuestra época el mito se
concreta buscando un lugar alejado del que se vive normalmente. Donde haya un
cierto contacto con un entorno natural. Un ocio continúo durante un espacio de
tiempo. Una cierta huida de la presión de l su propia cultura.
Como toda la modelación
cultural artificial si estos momentos se prolongan demasiado resultan
insatisfactorios por la incapacidad del
ciudadano a habituarse a la
realidad de lo natural con sus satisfacciones y desafíos.
En Occidente la beatitud que
se describe en el Mito del Paraíso debido a ser una sociedad férreamente
culturizada durante todo su desarrollo histórico desde los primeros siglos hasta hoy, El Paraíso se proyectó a un
lugar místico y extraterrestre de tal manera que la utopía terrena predicada
por Yeshoua de una comunidad solidaria y amorosa se mistificó hacía el Cielo
post mortem.
Mahoma en su koran lo hace
ese Cielo más sensual y atractivo siempre proyectándolo a otra dimensión extra
terrestre.
El taoísmo chino, en sus
comienzos, descodificó el arquetipo del
Paraíso sutilmente en la forma de un ideal de vida, generalmente concebido como
un “retiro dorado” de los últimos años, un retiro de su vida ciudadana o de
funcionario.
Por el mismo tiempo que los
taoístas Budha hizo su propia interpretación, igualmente terrena, pero mística
enseñando el camino para suprimir el
“dolor”. Alcanzar la beatitud y el
nirvana. Una recreación individual del paraíso.
Confucio, aún más práctico y
terreno, imagina de nuevo un Paraíso social que confiesa muy lejano del primigenio, mediante una
reglamentación social colectiva que
proporciona una sensación de felicidad.
Los utopistas de todos los
tiempos, cada uno a sus manera, tratan de recrear el Mito por medio de una vuelta a la
naturaleza más o menos realista y entre ellos se cuentan religiones anarquistas, naturistas, místicos,
infinita cantidad de modernas sectas….
Los medios modernos de
recreación del mito pueden ser tan
diversos tales como una vida ecológica estricta, el uso de
diversas drogas, la afiliación a creencias….
El ciclo de todos esos
intentos de alcanzar de alguna manera
una semejanza del Paraíso, como toda utopía siguen un ciclo bastante común y
fijo Una búsqueda sincera, una
realización corta y llena de energía, un
temprano decaimiento que suele terminar en una disgregación o en un régimen
dictatorial odioso. Este ha sido siempre
el final de todas las utopías socio-políticas.
El arquetipo que estamos
impulsados a realizar de alguna manera, aunque sea deformándolo al máximo, está
presente reducido a una palabra muy emocional
FELICIDAD.
¿Es posible realizar
creativamente este arquetipo en forma equilibrada?
Hemos observado que socialmente
se manifiesta en diversas utopías que acaban mal. Sin embargo posiblemente, a nivel personal,
(estrictamente personal), en ocasiones, puede realizarse. Todas las culturas
con sus leyes, normas y costumbres que denominan MORALIDAD predican que están ordenadas a la consecución de la
felicidad. La Cultura es una antinomia del arquetipo. Su negación porque está dirigida a la falsa felicidad de los
Grupos de Poder que la dirigen. Por tanto todos aquellos que de alguna
manera prefieran obtar individualmente a
formas de vida que se aparten de sus Normas sufrirán el ostracismo y el rechazo
de la mayoría.
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